Esta noche si me voy temprano, las 2 de la madrugada ya me odian, en verdad creo que están hastiadas de mi presencia matiné y están que me mandan a la mierda por mis sueños recurrentes -no- ni húmedos, ni sueños de dormir, más bien anhelos o mejor dicho el recuerdo de sus ojos, y no los suyos, si no los d ella.
Me siento mareado de pensar en ti, se que te quiero y comprendo que tienes sentimientos así no sean por mí. Estoy cerca de oler mal, el dolor pudre mi alma y aun peor que eso es la inexistente salida a la desdicha de mi corazón; no soy masoquista, solo soy un enamorado, a mí también me da coraje estar así por ti, creo que muchos quisieran matarte por mí, los mismos muchos que no lo harían por mi y que les temblaría la mano de pensar en ti.
Nunca te he dicho que tus ojos son mi mayor fuente de inspiración pero pregúntaselo a los versos que salen de vos y pregúntaselo a las madrugadas que noche tras noche no hacen más que traerme remedios para el insomnio pues realmente están cansadas de ti.
No quería que te fueras como heroína y regresaras como leyenda pues el setenta y dos no aguarda más, no te quiere más y te repudia cada noche más, encuentro extraño que no le hayas dicho adiós nunca más.
La intensidad del rojo con que debería ir este texto me la corrompe
el fondo tenue de esta triste ocasión, por eso en ésta,
la emoción y sinceridad del verde se acentuó.
No hay comentarios:
Publicar un comentario